Ferrari ha mostrado al mundo otro de sus poderosos carros. Se trata del  296 GT3, su nueva arma para la categoría GT3. Y como no podía ser de otro modo el nuevo bólido parte del 296 GTB, el modelo que ha revolucionado la filosofía de motores al adoptar un V6 (en detrimento del V8) y acompañarlo de un propulsor eléctrico. Su poder estará arriba de los 600 CV.

Este es el Ferrari 296 GT3:

Poco a poco el prometedor futuro de la categoría GT3 se va volviendo realidad, y cada nuevo contendiente nos impresiona aún más que el anterior. Si solo hace un par de días les contábamos del radical Porsche 911 GT3 R, ahora con la revelación del Ferrari 296 GT3 nos late más aprisa el corazón.

El sucesor del 488 GT3 emplea un motor de 6 cilindros montado en la parte central trasera, al estilo del propio 246 SP. Nunca lo veremos nunca rodar por carretera, pues no está homologado para ello.

En el 296 GT3, sin embargo, el motor eléctrico ha desaparecido por cuestiones de reglamentación. Así, el V6 (con una V abierta hasta los 120 grados) que en origen entrega 663 CV y 740 Nm se ha quedado solo, se ha posicionado algo más bajo y adelantado que en su homólogo de carretera (para mejorar el centro de gravedad y el comportamiento del coche) y ha recibido una serie de retoques fundamentales. Entre ellos, la integración de los colectores de admisión en los lados de la admisión de las culatas, lo que ha aligerado el peso y ha hecho que su dinámica de fluidos sea mejor.

También se ha reubicado el alternador junto a la caja de cambios para que todo el conjunto resulte más compacto y los mecánicos tengan mejor acceso en el vano motor. Y además se ha tenido muy en cuenta que había que reducir el consumo con el fin de que el piloto tenga más opciones en cuanto a su estrategia de carrera.

En cuanto a la transmisión, la de doble embrague y 8 velocidades del modelo original se ha sustituido por una Xtrac de solo 6 marchas y un único embrague, que ahora es electrónico y se puede controlar desde el volante, como en los Fórmula 1.

No se han hecho públicos los datos de rendimiento ni de prestaciones, pero suponemos que en Ferrari ya se habrán cuidado de que el coche luzca con orgullo el caballo negro sobre fondo amarillo de su emblema.

Aun siendo vital el propulsor, no es menor el trabajo que ha requerido el resto del coche para hacer de este 296 GT3 el bólido amenazante que delata su aspecto. El Centro Stile de Ferrari ha trabajado a fondo en un coche que respetaría en gran medida las líneas del modelo original (que recuerdan a las del 250 LM de 1963) si no fuera por la necesaria colocación de los apéndices aerodinámicos.

Así, el 296 GT3 ha podido ganar nada menos que un 20% de carga aerodinámica respecto a su antecesor, el 488 GT3. Todo, desde el splitter delantero hasta el difusor trasero, ha sido estudiado al detalle con el fin de que el coche sea eficaz en diferentes contextos de carrera y en todo tipo de circuitos.

Otro sdato es que todo el chasis de aluminio ha sido revisado con el objetivo de que el coche resulte más fácil de conducir, sea más cuidadoso con el desgaste de los neumáticos y permita gestionar mejor la colocación de los lastres.

El paso a esta versión de competición también ha permitido reducir de forma ligera la distancia entre ejes respecto al modelo de calle. También se han revisado las suspensiones, que ahora ofrecen una gama más amplia de posibles ajustes, se han instalado unas llantas de la firma Rotiform de nuevo diseño y se ha incorporado un equipo de frenos con discos que ahora son de 400 mm en el eje delantero.

Hay más novedades que entusiasmarán a equipos consagrados pero también a los pilotos privados, como la mayor facilidad de poner a punto el coche porque sus componentes mecánicos son más accesibles, o la extrema rapidez con la que se pueden sustituir las partes delantera y trasera del coche, lo que permite volver a la pista habiendo perdido el menor tiempo posible.

  • Imágenes del Ferrari 296 GT3.