Fiat, el  fabricante italiano de carros, acaba de anunciar que cambiará de nombre por el de Fiat Chrysler Automobiles. El fabricante anunció que luego de quedarse el pasado 21 de enero con el control del 100% del capital accionario de su socio estadounidense Chrysler.

El negocio marca un hito en la industria automotriz, que después de la crisis económica que golpeó duramente al sector busca soluciones para transformarse. En junio de 2009, Fiat había firmado una alianza estratégica con el grupo estadounidense, por el que se hacía con el derecho de aumentar su participación en Chrysler. Esta fusión significa la unión de dos organizaciones, cada una con una gran historia en el panorama automovilístico, pero con características y puntos de fuerza geográficos diferentes y complementarios. Las partes anunciaron que la operación se completará antes de que finalice 2014.

El objetivo es competir con marcas tales como General Motors, Ford Motors, Toyota y Volkswagen.

La firma presentó también su nuevo logo, un simple gráfico con las letras FCA (Fiat Chrysler Automobiles) en azul, color histórico de la marca italiana, único elemento que hace referencia al pasado.

La nueva empresa espera operar en un sector más alto y más rentable con sus marcas Alfa Romeo, Maserati y Jeep.

Por  otro lado también se anunció que la sede del nuevo grupo no será Italia. Estará en Gran Bretaña y su sede legal en Holanda. Cotizará en las bolsas de Nueva York y de Milán.

La firma garantizará el mantenimiento de “todas sus actividades”, entre ellas sus fábricas, así como sus efectivos, una decisión muy esperada en Italia, donde nació hace más de 100 años y país que temía el cierre de importantes sedes.