La capota de lona, integrada en la construcción básica del Volkswagen Golf Cabriolet convencional y diseñada para resistir altas velocidades, ha sido adaptada al nuevo Golf GTI Cabriolet. Equipa un sistema de apertura electrohidráulico de serie que abre la capota en escasos 9.5 segundos, incluso mientras el carro circula a una velocidad máxima de 30 km/h, empleando 11 segundos para cerrarse.